jueves, 30 de marzo de 2023

Cómo funciona la Gestalt

“Yo y tú en el aquí y ahora”
Gestalt es una palabra alemana. La traducción más cercana sería 'todo', 'patrón' o 'forma'. Tiene el sentido de que el todo no solo es la suma de las partes. En otras palabras, la Gestalt considera al individuo como una totalidad de mente, cuerpo, emociones y espíritu que experimenta la realidad de una manera única para sí mismo.
En la práctica, los terapeutas gestálticos trabajan con clientes para ayudarlos a enfocarse en la autoconciencia: en lo que está sucediendo de un momento a otro o, como solemos decir, en el Aquí y AhoraUna mayor conciencia y comprensión del presente, de los pensamientos, sentimientos y comportamientos inmediatos de uno, y de los patrones de relación, puede generar un cambio poderoso y nuevas perspectivas.
Para los terapeutas, el enfoque de la Gestalt en el momento presente y en los pensamientos y sentimientos inmediatos lo convierten en un enfoque muy vivoespontáneo y creativo .
Para los clientes, una mayor conciencia y una mayor comprensión de cómo pensamos, sentimos y actuamos es muy liberador. Genera confianza en sí mismo, ayuda a las personas a abordar sus problemas con responsabilidad y les ayuda a vivir la vida al máximo de su potencial.

La decepción

la decepción

La  decepción es la tristeza que sentimos cuando no se cumple la expectativa que nos habíamos generado sobre un acontecimiento (por ej. no llega una persona a la cual esperamos, se suspende un viaje, una relación que no fue como pensábamos). Cuando sabemos que algo va a suceder, algo agradable, que lo esperamos con ganas y que nos da felicidad, nuestro cuerpo libera un conjunto de hormonas, definidas también como “el cuarteto de la felicidad”, conformado por la endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina.
Esto genera en nuestro cuerpo una sensación de alegría, nos sentimos vitales, motivados, eufóricos, mas conectados con el placer, aumenta nuestra energía y sentimos una gran sensación de plenitud.
Y, como a veces pasa, porque la vida es así de impredecible, no sucede lo que esperamos con tanta ansia y estas expectativas no se cumplen, se produce una decepción. Sentimos toda una serie de emociones dolorosas y desagradables y nuestro cerebro pone en marcha toda su maquinaria y nuestro cuerpo no sólo reducirá las hormonas del “cuarteto de la felicidad” sino que comenzará a producir hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina. Podemos llegar a incluso a experimentar dolor físico, opresión en el pecho, llanto, desgano.
No obstante, el cerebro está diseñado para superar situaciones adversas. Con trabajo terapéutico, podemos llegar a resimbolizar esa pérdida que nos produjo la tristeza. Podremos vivir con esta decepción asumiendo lo sucedido, aceptando que esa es la realidad que estamos viviendo, pero teniendo claro que nada es más importante que seguir avanzando.
Al fin y al cabo, las decepciones no se olvidan, eso lo sabemos, pero se superan con el correr del tiempo. Nuestro cuerpo comienza a “sanar”, y poco a poco vuelven a equilibrarse las sustancias químicas que regulan nuestras emociones.