domingo, 16 de marzo de 2025

La Teoría de Campo en la Terapia Gestalt: Comprendiendo el Contexto del Cambio



En la Terapia Gestalt, uno de los conceptos fundamentales es la Teoría de Campo, un enfoque nos permite ver a la persona no como un ente aislado, sino como parte de un todo dinámico en constante interacción.

¿Qué es la Teoría de Campo?

La Teoría de Campo fue desarrollada por el psicólogo Kurt Lewin y adoptada en la Terapia Gestalt para comprender cómo las experiencias de una persona están determinadas por la interacción con su entorno. Desde esta perspectiva, no podemos analizar la conducta de alguien sin considerar el contexto en el que se desarrolla.

Imagina que un individuo está experimentando ansiedad. Desde una visión tradicional, podríamos enfocarnos únicamente en su mente y sus pensamientos. Sin embargo, desde la Teoría de Campo, exploramos el entorno en el que esta ansiedad surge: ¿Qué está ocurriendo en su vida en este momento? ¿Cómo influyen sus relaciones? ¿Cómo responde su cuerpo ante ciertas situaciones?

El Campo como una Totalidad en Movimiento

En Gestalt, el campo no es estático, sino un sistema en continuo cambio. Cuando una persona asiste a terapia, tanto el terapeuta como el paciente forman parte de este campo, influyéndose mutuamente. Esto implica que el terapeuta no es un observador externo, sino que su presencia y actitud también afectan el proceso terapéutico.

Aplicación en la Terapia Gestalt

  • Atención al Aquí y Ahora: En lugar de enfocarnos en eventos pasados de manera aislada, observamos cómo se presentan en el presente a través de sensaciones, emociones y pensamientos.
  • Exploración de la Experiencia: Más que buscar "causas" lineales, exploramos cómo la persona está interactuando con su entorno y qué patrones emergen.
  • Cambio y Responsabilidad: Al comprender el campo, el paciente puede darse cuenta de su influencia en la experiencia y encontrar nuevas formas de responder ante su realidad.

Conclusión

La Teoría de Campo en la Terapia Gestalt nos recuerda que no existimos en el vacío. Nuestra experiencia está constantemente moldeada por el entorno y las relaciones que mantenemos. Al tomar consciencia de estos factores, podemos abrirnos a nuevas posibilidades de crecimiento y transformación.