sábado, 25 de noviembre de 2023

La función del síntoma en terapia Gestalt

En la terapia Gestalt, el síntoma se entiende como una forma de comunicación del organismo de que algo no está funcionando correctamente. Es una forma de expresión de una necesidad no atendida, una emoción reprimida o un conflicto interno.

Según la terapia Gestalt, el síntoma tiene dos funciones: Función defensiva: El síntoma puede servir como una forma de defensa para evitar el contacto con una emoción o situación dolorosa. Por ejemplo, una persona que siente ansiedad puede desarrollar un trastorno de alimentación como forma de evitar el contacto con su cuerpo y sus emociones.
Función creativa: El síntoma también puede ser una forma creativa de expresar una necesidad o deseo que no se ha podido expresar de otra manera. Por ejemplo, una persona que se siente sola puede desarrollar una adicción a las relaciones como forma de satisfacer su necesidad de conexión. El objetivo del trabajo con los síntomas es ayudar a la persona a comprender el significado del síntoma y a encontrar nuevas formas de satisfacer sus necesidades y deseos. Algunos de los métodos que se utilizan en la terapia Gestalt para trabajar con los síntomas incluyen: El contacto con el cuerpo: El terapeuta puede ayudar al cliente a conectarse con su cuerpo y a sentir las sensaciones físicas asociadas al síntoma. El contacto con las emociones: El terapeuta puede ayudar al cliente a identificar y expresar las emociones asociadas al síntoma. El contacto con el entorno: El terapeuta puede ayudar al cliente a desarrollar nuevas formas de contacto con su entorno. El trabajo con los síntomas puede ser un proceso desafiante, pero también puede ser muy gratificante. Cuando una persona logra comprender el significado de su síntoma y encuentra nuevas formas de satisfacer sus necesidades, puede experimentar una mayor libertad y bienestar.

Gabriela