sábado, 25 de noviembre de 2023

La función del síntoma en terapia Gestalt

En la terapia Gestalt, el síntoma se entiende como una forma de comunicación del organismo de que algo no está funcionando correctamente. Es una forma de expresión de una necesidad no atendida, una emoción reprimida o un conflicto interno.

Según la terapia Gestalt, el síntoma tiene dos funciones: Función defensiva: El síntoma puede servir como una forma de defensa para evitar el contacto con una emoción o situación dolorosa. Por ejemplo, una persona que siente ansiedad puede desarrollar un trastorno de alimentación como forma de evitar el contacto con su cuerpo y sus emociones.
Función creativa: El síntoma también puede ser una forma creativa de expresar una necesidad o deseo que no se ha podido expresar de otra manera. Por ejemplo, una persona que se siente sola puede desarrollar una adicción a las relaciones como forma de satisfacer su necesidad de conexión. El objetivo del trabajo con los síntomas es ayudar a la persona a comprender el significado del síntoma y a encontrar nuevas formas de satisfacer sus necesidades y deseos. Algunos de los métodos que se utilizan en la terapia Gestalt para trabajar con los síntomas incluyen: El contacto con el cuerpo: El terapeuta puede ayudar al cliente a conectarse con su cuerpo y a sentir las sensaciones físicas asociadas al síntoma. El contacto con las emociones: El terapeuta puede ayudar al cliente a identificar y expresar las emociones asociadas al síntoma. El contacto con el entorno: El terapeuta puede ayudar al cliente a desarrollar nuevas formas de contacto con su entorno. El trabajo con los síntomas puede ser un proceso desafiante, pero también puede ser muy gratificante. Cuando una persona logra comprender el significado de su síntoma y encuentra nuevas formas de satisfacer sus necesidades, puede experimentar una mayor libertad y bienestar.

Gabriela

miércoles, 8 de noviembre de 2023

La autoexigencia en Gestalt


 

La autoexigencia

 

La autoexigencia es una forma de relacionarnos con nosotros mismos, donde el sentimiento que prevalece es el de "nunca es suficiente". Este "nunca es suficiente" puede llevarnos al estrés constante, a una completa alienación de nuestras necesidades auténticas y a una sensación de vacío existencial.

Desde la terapia Gestalt, la autoexigencia se entiende como un introyecto, es decir, una creencia o mandato que hemos incorporado de nuestro entorno sin cuestionarlo. Estos introyectos, en muchos casos, son mensajes que recibimos de nuestros padres, educadores o la sociedad en general. Por ejemplo, podemos haber recibido el mensaje de que "tenemos que ser perfectos", "tenemos que esforzarnos siempre" o "tenemos que ser los mejores".

Estos introyectos pueden ser útiles en algunas ocasiones, pero cuando son excesivos, pueden convertirse en una fuente de sufrimiento. La autoexigencia nos lleva a vivir en una constante lucha contra nosotros mismos, tratando de cumplir con expectativas imposibles. Esto puede provocarnos un gran estrés, ansiedad, angustia y baja autoestima.

La terapia Gestalt ofrece herramientas para trabajar la autoexigencia y desarrollar una relación más sana con nosotros mismos. Algunas de estas herramientas son:

    • La conciencia plena: La conciencia plena nos permite tomar distancia de nuestros pensamientos y emociones, y observarlos sin juzgarlos. Esto nos ayuda a identificar los introyectos que nos están causando sufrimiento.
    • La desidentificación: La desidentificación es el proceso de separarnos de nuestros pensamientos y emociones, y reconocerlos como algo ajeno a nosotros. Esto nos permite dejar de identificarnos con ellos y aceptarlos sin juzgarlos.
    • La aceptación: La aceptación es la capacidad de acoger nuestros pensamientos, emociones y sensaciones, sin intentar cambiarlos. Esto nos ayuda a vivir de forma más plena y auténtica.

Si te sientes identificado, te invito a que podamos hablar del tema, para desarrollar una relación más sana contigo mismo.

miércoles, 1 de noviembre de 2023

El ciclo de la experiencia en terapia Gestalt

 


El ciclo de la experiencia es un modelo que describe el proceso de contacto y satisfacción de una necesidad en la terapia Gestalt.
 

Este modelo se basa en la idea de que la experiencia humana es un proceso continuo, en el que las personas se mueven entre el contacto con el mundo y el retraimiento.

 

El ciclo de la experiencia se compone de ocho fases:

Reposo: El organismo está en un estado de equilibrio, sin ninguna necesidad apremiante.

Sensación: El organismo experimenta una necesidad o impulso.

Darse cuenta: El organismo toma conciencia de la necesidad o impulso.

Energetización: El organismo se llena de energía para satisfacer la necesidad.

Acción: El organismo toma medidas para satisfacer la necesidad.

Contacto: El organismo entra en contacto con el ambiente para satisfacer la necesidad.

Integración: La necesidad se satisface y el organismo vuelve al estado de reposo.

 

          Interrupciones del ciclo de la experiencia 

Las interrupciones del ciclo de la experiencia son mecanismos de defensa que impiden que la persona complete el ciclo y satisfaga su necesidad o deseo. Estas interrupciones pueden ser conscientes o inconscientes.

El ciclo de la experiencia puede interrumpirse en cualquier fase. Las interrupciones pueden ser causadas por una variedad de factores, incluyendo:

Negación: La persona no reconoce la necesidad o impulso.

Represión: La persona reprime la necesidad o impulso.

Proyección: La persona atribuye la necesidad o impulso a otra persona o cosa.

Introyección: La persona incorpora los pensamientos, sentimientos o comportamientos de otra persona como si fueran propios.

Retroflexión: La persona dirige la necesidad o impulso hacia sí mismo.

Confluencia: La persona pierde su individualidad y se fusiona con el ambiente.

 

La terapia Gestalt y el ciclo de la experiencia

En la terapia Gestalt, el terapeuta ayuda al cliente a reconocer y trabajar con las interrupciones del ciclo de la experiencia. Esto permite al cliente completar el ciclo y satisfacer sus necesidades de una manera más saludable.

El terapeuta puede utilizar una variedad de técnicas para ayudar al cliente a hacer esto, incluyendo:

Enfoque en el presente: El terapeuta ayuda al cliente a centrarse en el presente y a experimentar sus necesidades y emociones tal como son.

Expresión emocional: El terapeuta alienta al cliente a expresar sus emociones de una manera saludable.

Experimentación: El terapeuta ayuda al cliente a experimentar nuevas formas de relacionarse con el mundo.

 

Conclusión 

El ciclo de la experiencia es una herramienta útil para comprender el proceso de contacto y satisfacción de una necesidad. Este modelo puede ser utilizado por terapeutas y clientes para mejorar la comprensión de la experiencia humana y promover el cambio positivo.

A continuación, se describen las etapas del ciclo de la experiencia con más detalle:

Reposo: En esta etapa, la persona se encuentra en un estado de equilibrio, sin ninguna necesidad apremiante. El organismo está en un estado de reposo o retraimiento, lo que significa que no hay una necesidad o deseo que requiera atención inmediata.

Sensación: En esta etapa, la persona comienza a sentir una necesidad o un deseo. La necesidad o el deseo puede ser físico, emocional o cognitivo. Por ejemplo, una persona puede sentir hambre, tristeza o curiosidad

Darse cuenta: En esta etapa, la persona toma conciencia de la necesidad o el deseo. La persona comienza a prestar atención a la necesidad o el deseo y a identificar lo que está experimentando.

Energetización: En esta etapa, la persona se siente impulsada a satisfacer la necesidad o el deseo. La persona experimenta una oleada de energía que la impulsa a actuar.

Acción: En esta etapa, la persona lleva a cabo una acción para satisfacer la necesidad o el deseo. La acción puede ser interna o externa. Por ejemplo, una persona puede comer para satisfacer su hambre, hablar con un amigo para satisfacer su tristeza o leer un libro para satisfacer su curiosidad.

Contacto: En esta etapa, la persona se relaciona con el ambiente para satisfacer la necesidad o el deseo. La persona interactúa con el mundo para obtener lo que necesita.

Satisfacción: En esta etapa, la necesidad o el deseo se satisface. La persona experimenta una sensación de alivio y satisfacción.

Repetición: El ciclo comienza de nuevo con la aparición de una nueva necesidad o deseo.


El narcisismo en la terapia Gestalt

El narcisismo es un trastorno de la personalidad que se caracteriza por un sentido grandioso de sí mismo, una necesidad excesiva de admiración y una falta de empatía. Las personas narcisistas suelen tener dificultades para establecer relaciones sanas y suelen ser egocéntricas y manipuladoras.

Desde la terapia Gestalt, el narcisismo se entiende como una forma de evitación del contacto con el mundo. Las personas narcisistas se protegen de la vulnerabilidad y el dolor creando una imagen de sí mismas perfecta e intachable. Esta imagen es un mecanismo de defensa que les ayuda a evitar el contacto con sus partes más vulnerables.

La terapia Gestalt puede ser una herramienta eficaz para el tratamiento del narcisismo. El objetivo de la terapia es ayudar a las personas narcisistas a conectar con sus partes más vulnerables y a desarrollar una imagen de sí mismas más realista y saludable.


👉Algunos de los objetivos específicos de la terapia Gestalt para el narcisismo son:

  • Ayudar a la persona a reconocer y aceptar sus emociones, tanto positivas como negativas. 

  • Promover el contacto con el mundo exterior, con los demás y con el propio cuerpo. 

  • Desarrollar la empatía y la capacidad de ponerse en el lugar del otro.

  • Aprender a tomar responsabilidad por sus propias acciones y emociones.

La terapia Gestalt es un proceso lento y gradual. Las personas narcisistas suelen tener dificultades para confiar en los demás y para abrirse a sus emociones. Por eso, es importante que el terapeuta sea paciente y comprensivo. 

 

👉Algunos de los ejercicios y técnicas que pueden utilizarse en la terapia Gestalt para el narcisismo son:

  • Experimentación con el contacto corporal: El terapeuta puede invitar a la persona a tocarse a sí misma de una manera que sea amable y respetuosa. Esto puede ayudar a la persona a conectar con su cuerpo y a sentirse más presente en el momento presente.

  • Diario de emociones: El terapeuta puede sugerir a la persona que lleve un diario en el que exprese sus emociones, tanto positivas como negativas. Esto puede ayudar a la persona a reconocer y aceptar sus emociones. 
  • Ejercicios de empatía: El terapeuta puede invitar a la persona a ponerse en el lugar de otra persona, imaginando cómo se sentiría esa persona en una situación determinada. Esto puede ayudar a la persona a desarrollar la empatía. 
  • Trabajo con la imagen corporal: El terapeuta puede ayudar a la persona a explorar su imagen corporal, identificando las partes que le gustan y las partes que no le gustan. Esto puede ayudar a la persona a aceptar su cuerpo tal como es.

La terapia Gestalt puede ser una herramienta eficaz para el tratamiento del narcisismo. Con el apoyo de un terapeuta, las personas narcisistas pueden aprender a conectar con sus partes más vulnerables y a desarrollar una imagen de sí mismas más realista y saludable.

Como entendemos la confluencia en terapia Gestalt



La confluencia es un mecanismo de defensa neurótico que se caracteriza por la pérdida de los límites entre el yo y el entorno.

En este estado, la persona se fusiona con el otro y pierde la capacidad de diferenciarse y su sentido de identidad.
En terapia Gestalt, la confluencia se considera un obstáculo para el desarrollo personal, ya que impide que la persona se exprese de forma auténtica y viva su experiencia de forma plena. 

 

 

 👉Aquí hay algunos ejemplos de confluencia:

  • Una persona que siempre hace lo que su pareja dice, incluso cuando no quiere.
  • Un niño que siempre cede a los deseos de sus padres, incluso cuando no quiere.
  • Un empleado que siempre sigue las reglas de su jefe, incluso cuando no están de acuerdo con ellas.

La confluencia puede ser un mecanismo de defensa útil en algunas situaciones, como cuando una persona se siente amenazada o insegura.

Sin embargo, cuando se convierte en un patrón de comportamiento, puede tener consecuencias negativas, como la pérdida de la autoestima, la insatisfacción con la vida y las relaciones conflictivas.😔

 

Las principales características de la confluencia son:

Pérdida de los límites entre el yo y el entorno.

Fusionarse con el otro.

No poder diferenciarse.

Falta de autonomía.

Dificultad para expresar las propias necesidades y deseos.

 

Causas de la confluencia 

Las causas de la confluencia pueden ser variadas, pero suelen estar relacionadas con experiencias tempranas de la infancia. 

Por ejemplo, una persona que fue criada en un entorno en el que no se le permitía expresar sus emociones o sus opiniones, es más probable que desarrolle un mecanismo de defensa de confluencia.


Consecuencias de la confluencia

La confluencia puede tener una serie de consecuencias negativas para la persona, como:

Sentirse insatisfecha con la vida.

Tener problemas en las relaciones interpersonales.

Sufrir de ansiedad y depresión.

Tener problemas de autoestima.

Trabajo terapéutico de la confluencia

En terapia Gestalt, el trabajo terapéutico de la confluencia se centra en ayudar a la persona a recuperar sus límites y a diferenciarse del entorno. Para ello, el terapeuta puede utilizar una serie de técnicas, como: 

La conciencia corporal.

La toma de conciencia de las propias necesidades y deseos.

El contacto con los propios sentimientos.

La expresión de las propias emociones.

 

Conclusiones:

La confluencia es un mecanismo de defensa que puede tener un impacto negativo en la vida de la persona. 

El trabajo terapéutico puede ayudar a la persona a recuperar sus límites y a diferenciarse del entorno, lo que le permitirá vivir su experiencia de forma más plena y auténtica.

domingo, 29 de octubre de 2023

Cuidar a quienes cuidan: un recordatorio importante

En nuestra sociedad, a menudo se presta más atención a las personas necesitadas que a quienes los cuidan. Sin embargo, cuidar a los cuidadores es fundamental para garantizar que recibamos el mejor apoyo posible. Como seres humanos, necesitamos cariño y apoyo. Una forma en que podemos cuidar a los cuidadores es a través de la terapia Gestalt. La terapia Gestalt se centra en ayudar a las personas a resolver problemas emocionales y psicológicos a través de la interacción con su entorno. A continuación, explicamos algunos detalles sobre la terapia Gestalt y cómo puede ayudar a los cuidadores.
Cómo puede ayudar la Terapia Gestalt a los cuidadores

La Terapia Gestalt se puede aplicar de muchas maneras a los cuidadores. Por ejemplo, puede ayudar a las personas a entender que sus cuidados y atención son solo una parte de quiénes son y no deberían definirlos completamente como personas. Además, puede ayudar a los cuidadores a establecer límites y comprender la importancia de encargarse de sí mismos, en lugar de enfocarse solo en la persona que cuidan.

Otro aspecto importante de la Terapia Gestalt es que puede ayudar a los cuidadores a establecer relaciones más saludables con las personas a las que cuidan. A veces los cuidadores pueden sentirse abrumados o estresados, y esto puede afectar su capacidad para ofrecer el mejor cuidado que pudieran. A través de una sesión con un profesional altamente capacitado, los cuidadores pueden aprender cómo abordar situaciones estresantes de manera más constructiva y beneficiosa tanto para ellos como para la persona a la que cuidan.
En resumen, el cuidado de los cuidadores es fundamental para garantizar que reciben el mejor apoyo posible y, en consecuencia, que se puedan cuidar adecuadamente a las personas necesitadas. La Terapia Gestalt puede ayudar a los cuidadores a comprender su propio funcionamiento emocional y a establecer límites saludables. Además, la terapia de apoyo también puede ser una forma efectiva de abordar y superar el estrés, la ansiedad y las emociones intensas relacionadas con la tarea de cuidar a otra persona. 

martes, 24 de octubre de 2023

Las diferentes facetas de nosotros mismos


                                                                 Foto de Illuseum Museum, Berlín

Terapia Gestalt: Encuentra tu verdadero yo 


La terapia Gestalt es una forma de terapia que se enfoca en el presente y en cómo nuestra experiencia del momento afecta nuestra vida en general. 
A diferencia de otras formas de terapia, la terapia Gestalt implica "estar en el presente" y experimentar todo lo que está sucediendo en ese momento. La idea es que cuando estamos experimentando cosas en el momento, es más fácil comprender cómo estamos abordando la experiencia, y cómo esa experiencia está afectando a nuestras vidas en general.


Estar en el presente, para algunos, puede ser un desafío, ya que hemos sido entrenados para centrarnos en el pasado o en el futuro. Sin embargo, la idea detrás de la terapia Gestalt es que el presente es el único momento en el que realmente estamos vivos. Al centrarnos en el presente, podemos aprender cómo estamos abordando nuestras experiencias.

Otra de las características más importantes de la Gestalt es el "darse cuenta". Al hacer esto, el paciente puede identificar patrones e identificar cómo su comportamiento está afectando su vida. Al ser conscientes de esto, podemos comenzar a cambiar nuestro comportamiento y tomar medidas positivas para mejorar nuestras vidas.

En resumen, las diferentes facetas de la terapia Gestalt pueden ayudar a las personas a enfrentar una amplia gama de problemas relacionados con la salud mental y las relaciones interpersonales. 
Al estar presentes y aprender a ser conscientes de nuestros patrones de comportamiento, podemos comenzar a tomar medidas positivas para mejorar nuestras vidas.

 

martes, 30 de mayo de 2023

Taller terapéutico "Conócete a través de tus emociones"


Nuevo taller terapéutico

 



Este viernes 2 de junio, en Barcelona, presentamos un nuevo taller terapéutico, donde le echaremos un vistazo a nuestras emociones cotidianas.
Hemos preparado unas dinámicas para que podamos entrar en el tema y poder conectar con aquellas emociones del día a día, y con aquellas otras que nos es mas difícil conectar.

Recuerda que es con inscripción previa

Mail: gabrielalopezgestalt@gmail.com
Tel/Wsp: 650623123

Os esperamos.

Joan y Gabriela
Terapeutas Gestalt


 

lunes, 17 de abril de 2023

Herencias familiares

Cuando pensamos en herencias familiares, generalmente pensamos en dinero, propiedades o recuerdos sentimentales. Pero incluso antes de nuestro nacimiento, estamos influenciados por los patrones mentales, emocionales y de comportamiento de nuestros padres, de la familia que nos rodea y de nuestros antepasados, incluso si nuestros padres no son quienes nos criaron. Este fenómeno se conoce como herencia psicológica.
La herencia psicológica ( también conocida como genealogía emocional ) se refiere a rasgos heredados, reacciones, patrones de comportamiento y nuestra visión de la vida. Se transmiten a través de los genes y persisten en el tiempo, y los llevamos con nosotros, de una situación a otra a lo largo de nuestra vida.

Los rasgos transmitidos inconscientes por nuestro linaje familiar pueden ser positivos o negativos. Por ej., incluso si nos nutrieron de una manera tóxica, podemos ser personas optimistas, agradecidas, amantes de la naturaleza, resilientes, inteligentes, talentosas, amables, con espíritu de aventura, con buen humor, capaces de perdonar y de amar. 

Por otro lado, incluso si nuestro entorno familiar es solidario y cálido, es posible que hayamos heredado patrones de ira, trauma, crueldad, evasión, violencia, miedo o disociación. Si estos rasgos negativos no se reconocen y se trabajan, corremos el riesgo de transmitirlos a las generaciones siguientes, a través de nuestros genes.

¿Cómo ocurre la herencia psicológica? Los abusos, la negligencia, la adicción y otros tipos de estrés severo vividos en nuestra infancia pueden generar más que recuerdos tóxicos.

Nuestras experiencias y las de nuestros antepasados ​​nunca desaparecen, incluso si se han olvidado. Se vuelven parte de nosotros, un residuo que se aferra a nuestra memoria genética. El ADN sigue siendo el mismo, pero las tendencias psicológicas y de comportamiento se heredan.

¿Por qué eso importa? Si la experiencia negativa no se transforma en algo saludable y positivo, los síntomas de esa experiencia se transmiten a la próxima generación, y la siguiente. El origen de la depresión, la ansiedad, los miedos, las fobias, los pensamientos obsesivos y ciertos síntomas físicos inexplicables se remonta a la genética. Estos síntomas forman el "trastorno de estrés postraumático secundario". Cada vez hay más pruebas de que heredamos (y transmitimos) los sentimientos negativos de nuestra familia de origen.

Pero hay buenas noticias: el ciclo se puede romper. En lugar de alejarnos de ella, buscar nuestra herencia psicológica nos da la oportunidad de dar sentido a la disfunción generacional en nuestra familia, y cada familia tiene algo. Aquí es donde la genealogía juega un papel tan importante. Al descubrir la fuente del dolor o la ansiedad que llevamos, podemos considerar lo que nos pasó y cuál nos gustaría que fuera nuestro propio legado. Podemos comenzar a sanar las heridas del pasado para construir un futuro más saludable y feliz.

En resumen, sea lo que sea que heredemos, podemos esforzarnos por:

Avanzar , lo mejor que podamos, en cualquier circunstancia

Abrazar la vida positiva

Elegir estar con personas que sacan lo mejor de nosotros mismos

Comprender no solo a nuestros antepasados, sino también a nosotros mismos y a nuestros hijos

Romper el ciclo de patrones familiares heredados destructivos

No podemos conocer la herencia psicológica de nuestros antepasados, pero podemos examinar los registros disponibles e intentar comprender. Podemos honrar a los que vinieron antes y reconocer lo que soportaron para que pudiéramos vivir.

Nuestra herencia psicológica no tiene por qué definir cómo vivimos nuestras vidas. Podemos volvernos más conscientes y aprender a vivir positivamente, prosperar y transmitir un legado diferente a nuestros hijos y nietos.

Nuestra herencia es tan única como nuestros antepasados y sus experiencias.

martes, 4 de abril de 2023

La retroflexión en Gestalt

Estoy avergonzado de mí mismo.
Tengo que obligarme a hacer este trabajo.
No me gusto cuando hablo con ella.
Estoy decepcionado conmigo mismo por no alcanzar los objetivos.
Me siento enojado por mi tono de voz.


¿Alguna vez te encuentras pensando o diciendo alguna de las afirmaciones anteriores? ¿Qué tienen en común estas declaraciones? 
Todos son ejemplos de retroflexión.

Retroflexión es una palabra que significa volverse bruscamente en contra. Sin embargo, es una poderosa palabra autodestructiva, especialmente cuando las personas viven sus vidas en un estado retroflexivo constante. La retroflexión se define como la retención de emociones, pensamientos y comportamientos y su redirección hacia el individuo.

En su fase mas aguda, algunas de las manifestaciones incluyen:

Aislamiento.
Dolor físico.
Músculos inmovilizados.
Emociones restringidas y retenidas.
Ira y frustración autopunitivas.


Cuando una persona refleja un comportamiento retroactivo, el individuo se trata a sí mismo como originalmente quería tratar a otras personas u objetos. Las energías externas se dirigen hacia adentro para manipular y generar cambios en el entorno para satisfacer las necesidades del individuo. Una persona retroflectora se convierte en su propia peor energía.

Cuando consideramos las afirmaciones iniciales, el uso gramatical del cliente retrorreflexivo usa la palabra "yo mismo". La retroflexión dice: "Me avergüenzo de mí mismo" o "Tengo que obligarme a hacer este trabajo". El individuo realiza una serie casi interminable de afirmaciones, todas ellas basadas en la sorprendente concepción de que él/ella y él mismo/a son dos personas diferentes.

Veamos un ejemplo: Cada año escribo una lista de objetivos que deseo alcanzar mientras dejo espacio para el reajuste, dadas las incertidumbres de la vida. Espero mucho de mí mismo y, a veces , cuando las distracciones se interponen en el camino, como una llamada telefónica, una noche en la que veo la televisión o un viaje de fin de semana, me siento decepcionado conmigo mismo por no usar ese tiempo para trabajar en objetivos. Siento una pequeña gota de resentimiento hacia la persona que desvía mi atención del trabajo y, sin embargo, redirijo esas emociones hacia mí. Aquí, me niego a mí mismo la alegría de estar en el momento y tomarme un tiempo muy necesario para descansar. El resultado de mi retroflexión es un pequeño nivel de autocondena y culpa.

Lo que me ayuda en el proceso de alejarme de mi comportamiento y fomentar patrones más saludables es la autoconciencia. En el momento en que empiezo a reflexionar, me hago consciente de la sensación interna y cambio el diálogo interno en afirmaciones positivas y amorosas:

Merezco relajación.
Soy suficiente, tal como soy.
No tengo nada que demostrarle a nadie.
Necesito dormir para funcionar correctamente.
Necesito estar en compañía de otros.

La conciencia, como siempre, es clave para la identificación de patrones de comportamiento. Una vez que conoces la calidad de la relación que tienes contigo mismo, puedes cambiar más fácilmente a una forma de ser más positiva. Para casos más severos, sugiero hablar con un terapeuta para desarrollar estrategias terapéuticas más profundas. 
Eres tu mayor defensor y mereces que te traten con amor y amabilidad.

lunes, 3 de abril de 2023

La introyección en Gestalt

La introyección es una resistencia que ocurre entre la sensación y la conciencia en el ciclo de satisfacción de necesidades . Básicamente, una persona permite que los aportes del entorno se conviertan en parte de sí misma sin discriminación. Cuando pasamos a la conciencia en el ciclo de satisfacción de necesidades es porque notamos un cambio en nuestro equilibrio con el entorno. De repente reconozco que me siento hambriento, o asustado, o triste, o solo, por ejemplo. Una vez que soy consciente del hecho, puedo hacer algo al respecto, lo que significa avanzar a través de las etapas subsiguientes del ciclo hasta llegar a la finalización y la retirada. Introyección significa que aún no has alcanzado la etapa de conciencia.

La mayoría de las personas no pasan mucho tiempo analizando de dónde provienen sus valores y creencias. Luchan por sus ideales políticos y religiosos sin reconocer que se alinean con la forma en que fueron criados, lo que se les enseñó en la escuela o lo que la cultura dominante considera apropiado. Comentarios como 'así son las cosas', 'siempre', 'nunca', 'la biblia dice' o 'mi madre siempre me lo dijo' son excelentes ejemplos de introyección. En todos estos casos, está tomando algo del exterior y haciéndolo parte de usted sin un análisis crítico.

Las personas que han introyectado la mayoría de sus valores y creencias suelen ser malos viajeros porque se sienten amenazados por diferentes formas de vivir y de ser. Se pasan el tiempo quejándose de las diferencias en lugar de apreciarlas, y suelen volver de un viaje con la sensación de que los demás son atrasados, deficientes o moralmente corruptos.
Hay un proceso físico que refleja el proceso psicológico de pasar de la introyección a la conciencia por el que todos pasamos cuando éramos bebés. Al principio aceptabas la leche materna sin discriminación. De hecho, un bebé no puede discriminar realmente entre sí mismo y el entorno de manera significativa. Está atascado en la etapa de introyección y acepta ciegamente la leche y otros insumos ambientales que se le ofrecen. Pero entonces ocurre un hecho curioso. Te empiezan a salir dientes, y con ellos la capacidad de decidir parcialmente qué es lo que quieres. Puede morder físicamente el pecho de su madre para obtener la leche. Finalmente, todos sus dientes crecen y los usa para masticar y tragar varios tipos de alimentos. Tienes la oportunidad de decidir lo que te gusta y lo que no. Tomas un papel mucho más activo en lo que entra en tu cuerpo.

Psicológicamente muchas personas se quedan estancadas toda la vida en la etapa de ser un bebé que acepta lo que se le ofrece sin censura ni juicio. Asimilan lo que los maestros, médicos, psicólogos, filósofos, padres y la cultura les dice que es aceptable sin analizar críticamente si estos modos de ser se ajustan a ellos.

jueves, 30 de marzo de 2023

Cómo funciona la Gestalt

“Yo y tú en el aquí y ahora”
Gestalt es una palabra alemana. La traducción más cercana sería 'todo', 'patrón' o 'forma'. Tiene el sentido de que el todo no solo es la suma de las partes. En otras palabras, la Gestalt considera al individuo como una totalidad de mente, cuerpo, emociones y espíritu que experimenta la realidad de una manera única para sí mismo.
En la práctica, los terapeutas gestálticos trabajan con clientes para ayudarlos a enfocarse en la autoconciencia: en lo que está sucediendo de un momento a otro o, como solemos decir, en el Aquí y AhoraUna mayor conciencia y comprensión del presente, de los pensamientos, sentimientos y comportamientos inmediatos de uno, y de los patrones de relación, puede generar un cambio poderoso y nuevas perspectivas.
Para los terapeutas, el enfoque de la Gestalt en el momento presente y en los pensamientos y sentimientos inmediatos lo convierten en un enfoque muy vivoespontáneo y creativo .
Para los clientes, una mayor conciencia y una mayor comprensión de cómo pensamos, sentimos y actuamos es muy liberador. Genera confianza en sí mismo, ayuda a las personas a abordar sus problemas con responsabilidad y les ayuda a vivir la vida al máximo de su potencial.

La decepción

la decepción

La  decepción es la tristeza que sentimos cuando no se cumple la expectativa que nos habíamos generado sobre un acontecimiento (por ej. no llega una persona a la cual esperamos, se suspende un viaje, una relación que no fue como pensábamos). Cuando sabemos que algo va a suceder, algo agradable, que lo esperamos con ganas y que nos da felicidad, nuestro cuerpo libera un conjunto de hormonas, definidas también como “el cuarteto de la felicidad”, conformado por la endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina.
Esto genera en nuestro cuerpo una sensación de alegría, nos sentimos vitales, motivados, eufóricos, mas conectados con el placer, aumenta nuestra energía y sentimos una gran sensación de plenitud.
Y, como a veces pasa, porque la vida es así de impredecible, no sucede lo que esperamos con tanta ansia y estas expectativas no se cumplen, se produce una decepción. Sentimos toda una serie de emociones dolorosas y desagradables y nuestro cerebro pone en marcha toda su maquinaria y nuestro cuerpo no sólo reducirá las hormonas del “cuarteto de la felicidad” sino que comenzará a producir hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina. Podemos llegar a incluso a experimentar dolor físico, opresión en el pecho, llanto, desgano.
No obstante, el cerebro está diseñado para superar situaciones adversas. Con trabajo terapéutico, podemos llegar a resimbolizar esa pérdida que nos produjo la tristeza. Podremos vivir con esta decepción asumiendo lo sucedido, aceptando que esa es la realidad que estamos viviendo, pero teniendo claro que nada es más importante que seguir avanzando.
Al fin y al cabo, las decepciones no se olvidan, eso lo sabemos, pero se superan con el correr del tiempo. Nuestro cuerpo comienza a “sanar”, y poco a poco vuelven a equilibrarse las sustancias químicas que regulan nuestras emociones.